No queremos renunciar a tener la habitación de invitados pero tampoco al hecho de tener un gran salón donde recibir a toda la familia.
Charo y Manuel son un matrimonio con dos hijos, Sara y Jorge. Viven en Motril, llega el momento de la jubilación de Manuel y deciden mudarse a Granada. Así estarán mas cerca de sus hijos. Recibirán visitas muy especiales, la madre de Charo o su hija Sara.
Su piso originalmente tenía dos habitaciones, pero el salón y la cocina eran demasiado pequeños. Ellos querían un gran salón donde poder reunir a toda la familia. Por lo que se decide eliminar una de las habitaciones. ¿Pero que pasaba con esos invitados especiales? Charo y Manuel tenían clara una cosa, no querían que sus invitados durmieran en un sofá cama.
El proyecto nace con la premisa de poder vivir mejor con menos espacio. No queremos renunciar a tener la habitación de invitados pero tampoco al hecho de tener un gran salón donde recibir a toda la familia. Estos son los retos que nos encantan.
A partir de una doble pared móvil, la habitación de invitados de Charo y Manuel aparece y desaparece para ceder los metros al salón cuando esta no se este utilizando. Con este simple gesto conseguimos optimizar la vivienda, los metros cuadrados no utilizados durante el día o durante la noche son cedidos entre si, consiguiendo así duplicar el espacio. Un salón durante el día de 32 metros cuadrados o una habitación de invitados de 6 metros cuadrados y un salón de 26 metros; son las dos opciones que tienen Charo y Manuel para vivir su nueva casa.
Al igual que Charo y Manuel han sabido adaptarse a esta nueva etapa de su vida, ahora, su casa cambia con ellos.
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