La oficina. Los nuevos espacios de trabajo

Los nuevos espacios de trabajo

¿Existe una solución definitiva para el diseño de un espacio de trabajo?

La fiebre “Silicon Valley”, en apenas 15 años, ha impuesto los nuevos espacios de trabajo, en oposición a los modelos estándares. El concepto de oficina abierta se ha impuesto como una moda. Defensores y detractores de esta forma de entender la empresa se enzarzan en debates en blogs y redes sociales. También salen numerosos estudios de una u otra universidad sacando los defectos y virtudes de ambas propuestas. Entonces ¿Cuál es la mejor forma de trabajo?

La respuesta quizás sea mas obvia de lo que creemos. Tratándose del ser humano todo vale, aunque siempre hay un depende. No creemos que haya una solución única y estándar. El ser humano sigue empeñándose en buscar el concepto colectivo-individualista. Este se basa en el reconocimiento del individuo, que por tener una ideología lo haga pertenecer al colectivo. Evidentemente esta es la vía fácil, y la que le interesa a las grandes corporaciones del pasado, pero ¿y la vía inversa?.

Cada vez se encuentran mas defensores del individuo-colectivista. Aquel concepto que defiende que los individuos sentimos, percibimos los espacios, comemos, trabajamos todos de formas diferentes. Al formar parte de un colectivo encontramos individuos afines a nosotros. Aunque haya diferencias cedemos parte de nuestros gustos para adaptarnos y colaborar.

No creemos que haya una solución única y estándar

A la empresa Herman Miller, se le atribuye la invención del cubículo de oficina tan ligado a la forma de trabajo americana Hub & Spoke. Ahora HM esta introduciendo nuevos conceptos en sus diseños de oficinas y en los nuevos espacios de trabajo. “La forma de trabajar ha cambiado, pero la mayoría de las oficinas siguen igual” es necesario por tanto adaptarse a las nuevos procesos de trabajo.

En los últimos 50 años los espacios de trabajo han sufrido importantes cambios. Hemos pasado de los escritorios en hilera de los 60, a los cubículos estandarizados en los 80, para al final llegar a los espacios abiertos.

Empresas como Apple fueron pioneras en la creación de espacios de serendipia. La serendipia, son los lugares de interacción de los trabajadores. Estamos pasando de un concepto fabril de optimización del proceso de trabajo a la democratización de los espacios donde el trabajador es un valor añadido a tener en cuenta.

Desde que en 1936, la compañía Johnson pidiera al arquitecto Frank Lloyd Wright el diseño de una oficina. Este exigía que el trabajador se sintiera parte de una gran familia, realizado profesional y personalmente. Hasta día de hoy, donde Empresas como Google o Facebook marcan las nuevas tendencias de espacios democráticos donde se valora mas la calidad que la cantidad de trabajadores.

La forma de trabajar ha cambiado, pero la mayoría de las oficinas siguen igual

Numerosos estudios se han hecho sobre los nuevos espacios de trabajo y como siempre el debate esta servido. Con sistemas de planta abierta se puede aumentar la productividad anual hasta el 20%. En cambio, estudios relacionados con la psicología ambiental de la universidad de Cornell,  demuestran que el espacio ruidoso de una oficina con estas características aumenta el estrés y el error humano, generando bajadas importantes en la productividad.

Surge entonces la pregunta ¿Por qué los espacios no pueden ser abiertos y cerrados a la vez?. Grandes firmas y arquitectos ya están cambiando su forma de enfocar estos proyectos. Se presta mayor atención al diseño de entornos en la empresa, como a la flexibilidad y el control que requiere cada individuo en particular. El objetivo es dejar atrás el debate entre abierto o cerrado para hablar de espacio flexible.

Como se muestra en la mayoría de casos de éxito.  El diseño de oficina abierta se le dota de interconexiones con espacios no tan abiertos o cerrados y en estudio de los recorridos y lugares de serendipia. Así se incorpora la componente cambiante de los individuos. Ahora estas identidades se transforman a lo largo de la jornada laboral en función de la tarea que realizan.

Para eso los arquitectos y diseñadores de interiores pasan de la lectura abstracta de una estrategia de empresa a analizar profundamente los procesos internos. Jugando un rol de investigadores es posible adaptar estas nuevas mecánicas en la vida diaria de las empresas.

Estudios de uso de tiempo y de espacios, seguimiento de rutinas, análisis de personal, imagen comercial y filosofía de empresa, recorridos o iluminación. Estas, entre otras, son herramientas usadas en la oficina del mañana a la hora de afrontar procesos de diseño. Los hábitos están cambiando ¿Cuanto tardaremos en adaptarnos?

Enlace de interés: httpss://www.hermanmiller.com/global/es_lac/why/the-great-debate.html



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