“La herencia” de Coderch

Interiorismo Funcional. Vivienda adaptable.

Una buena distribución de espacios interiores define un edificio.

José Antonio Coderch, arquitecto de la posguerra, complejo y controvertido, ha sido junto a Gaudí un referente en la arquitectura catalana. Uno de los grandes arquitectos españoles del siglo XX. Coderch proyectaba de dentro hacia fuera. Una buena fachada era el resultado de unos interiores bien solucionados. La buena distribución de los espacios busca ese interiorismo funcional y a su vez resuelve la estética de la cascara del edificio. Además utilizaba materiales naturales y del lugar. Siendo, estas cualidades, tendencia en la actualidad.

El espacio se contrae y se dilata, como en una prenda deportiva se adapta al un runner en función de los diferentes movimientos que este realiza

En 2014 se celebró una exposición donde salió a la luz su ultimo proyecto en el cual había trabajado en su casa. Este proyecto surgió del trabajo de Elina Vila que empleó más de un año de investigación.

La Herencia

En el proyecto de “La herencia” quería crear viviendas en las que los espacios pudieran cambiar, mutar, creciendo o disminuyendo en vertical y horizontal. La finalidad es que la vivienda se adapte a las necesidades de una familia a lo largo de su vida. El espacio se adapta desde un soltero a una pareja joven o un matrimonio con hijos.

Esta adaptación se producía gracias al intercambio de espacios entre las viviendas colindantes. Esto, lo consiguió creando un núcleo de baños y comunicaciones en el centro del edificio. Las habitaciones todas al exterior formando una suerte de pétalos de flor unidas a este corazón funcional.

El espacio se contrae y se dilata, como en una prenda deportiva se adapta al un runner en función de los diferentes movimientos que este realiza

En el programa para la exposición de la construcción en Berlín (1931) Mies van der Rohe escribe: “Aún no existe la vivienda de nuestro tiempo, sin embargo, la transformación de la manera de vivir exige su realización […]. Superarla es una candente exigencia económica y un requisito para la reconstrucción cultural”. Ya en la primera mitad del siglo XX las exigencias del público y las necesidades reales de la población era un tema de estudio.

Aún no existe la vivienda de nuestro tiempo, sin embargo, la transformación de la manera de vivir exige su realización

¿Cómo esta la situación hoy?

Hoy, estamos ante una situación similar al haber tratado la “construcción” como una forma de negocio. Se ha olvidado el fin ultimo de la arquitectura, se ha premiado lo barato y efectista. La venta de humo esta a la orden del día. La vivienda, al fin y al cabo, es un producto, pero éste debe de perdurar en el tiempo.

Los arquitectos debemos sentir esa responsabilidad por encima de los tramites burocráticos y los negocios. Los diseñadores de espacios tenemos que volver a sentirnos responsables, ya que, lo que proyectamos al final define de algún modo nuestra cultura y nuestra sociedad.

Coderch tomaba cada uno de sus proyectos desde este punto de vista. Era perfeccionista, y a pesar de los errores o lo que pudiera pensar la gente era fiel a su pensamiento. A diferencia de él, hoy las ideas las dirige el dinero.

La rentabilidad se ha vuelto una cárcel para la creatividad. Una de las cosas que aprendemos los arquitectos es a conseguir que las desventajas se conviertan en elementos creativos.

La rentabilidad del suelo y de las inversiones en vivienda no deberían influir en la calidad arquitectónica de los edificios. De eso, los responsables somos los arquitectos.

¿Una idea Utópica?

Su ultimo trabajo antes de morir. Una “herencia” de la que estaba tan convencido que pensaba que sus descendientes vivirían de ella. Sin embargo este proyecto estuvo perdido mucho tiempo. Lo conoce poca gente y aunque a nuestro entender tiene una premisa brillante no se ha hecho eco en la sociedad.

Queremos ver mas proyectos como este. La sociedad esta preparada para el cambio solo falta que inversores y mecenas apuesten por propuestas arriesgadas e innovadoras.

Porque paradójicamente, aunque lleve años estudiándose, la optimización de la vivienda, la vivienda libre y adaptable siguen siendo conceptos nuevos porque la mayor parte de la gente desconoce estas soluciones.

Nos preguntamos si algún día este tipo de proyectos serán habituales o por el contrario permanecerán como en el caso de “la herencia” como una idea para otro futuro. El ser humano esta preparado de sobra para seguir avanzando hacia una forma de vida mas inteligente y responsable. Quizás edificios que se adapten a sus habitantes sea los primeros pasos en el camino de las “Smart Cities”. Nosotros lo seguiremos intentando. Gracias J.A.



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